Vacaciones en la Costa Azul: el lujo y la sofisticación del Hollywood clásico

Escena de 'Atrapa a un ladrón'  con Cary Grant y Grace Kelly

Cuando pensamos en la Costa Azul o la Riviera Francesa, nos vienen a la mente imágenes de Montecarlo, de su casino, de los lujosos yates, de las casitas de veraneo en los acantilados, de los paseos en descapotable por las carreteras monegascas al más puro estilo Grace Kelly en 'Atrapa a un ladrón'; las fiestas de etiqueta y grandes estrellas de cine paseando por sus calles o playas. 

Estas imágenes nos llevan de vuelta a la década de los 50 - 60 del siglo XX, el momento de máximo esplendor del Hollywood clásico y de las grandes estrellas del cine europeo. Esta época marcó un antes y un después en la historia. Resurgían las artes con más fuerza que nunca, la industria del cine iba viento en popa y sus protagonistas hacían gala de ello en los festivales de cine y fiestas, la moda y el diseño se convirtieron en un tema de interés y en una marca de identidad, y el panorama musical proliferaba en estilos.

Es la época del Star System, de la fama de actores y directores de cine. La popularización de estas estrellas del celuloide trajo consigo el concepto de “glamour” y de “alfombra roja”. Se convirtieron en iconos para la sociedad. Todo lo que hacían, decían o vestían se convertía en moda, en tendencia a seguir. Y sus vacaciones no fueron una excepción.

Las estrellas cinematográficas empezaron a pasar sus vacaciones de verano en Europa, la cuna de la cultura occidental y concretamente en las playas del Mediterráneo, situadas en las costas de Francia, Mónaco e Italia. Esta zona se convirtió en el destino favorito de artistas, actores, directores, afamados músicos y cantantes, y demás celebridades del momento. 

¿Quién no recuerda a Briggite Bardot, a Natalie Wood, a Sofía Loren, a Jane Birkin, a Grace Kelly o a Alain Delon en las playas de Montecarlo, a bordo de lujosos yates en Saint Tropez o en fiestas y almuerzos en Cannes?

A día de hoy, la Costa Azul o Riviera Francesa conserva el sabor de la época dorada gracias a sus interminables playas soleadas, sus ciudades con encanto, sus suntuosos yates y sus famosos visitantes.