Crea la zona de estudio perfecta para tus hijos

En unos días nuestros hijos volverán al cole y con ello, a la rutina, los horarios habituales, los deberes diarios, los trabajos y los exámenes. Por eso mismo, debemos procurarles un lugar cómodo, silencioso y organizado que les ayude a llevar a cabo su cometido de una manera efectiva.

Es entonces el momento de pararnos a pensar lo siguiente: ¿nuestros hijos pequeños y/o adolescentes disponen de un espacio propio para realizar sus tareas?

Nos preguntamos esto porque en muchas ocasiones, los niños se sientan a estudiar o hacer los deberes en el comedor de casa bajo la supervisión de sus padres, hermanos mayores o abuelos, en el sofá o en la mesa de la cocina, mientras alguno de sus progenitores prepara la cena y le vigila de cerca.

Esta cuestión nos lleva directamente a plantearnos otra duda, ¿es mejor tenerlos cerca para poder ayudarlos y supervisar su actividad, o es mejor que ésta la realicen en su dormitorio o habitación de estudio? Está claro que no existe una verdad universal al respecto y que cada uno desarrolla un sistema de enseñanza y unas normas concretas en cuanto a los hábitos de estudio de sus hijos, pero nosotros os aconsejamos lo siguiente:

- Zona de estudio específica: lo ideal es destinar un rincón o pared completa de su dormitorio o sala de estudio, a la colocación del escritorio y muebles accesorios. Esto garantizará la concentración del niño y le llevará a crearse un hábito de trabajo, basado en la concentración y la realización de las actividades, en un espacio concreto, regido por el orden y el silencio. De esa manera, quedan excluidos a nuestro parecer el comedor, la cocina o el salón, donde tienen acceso a todo tipo de distracciones como la televisión, la calle, la nevera o los videojuegos.

- Habitación compartida: en este caso, deberemos contar con una mesa más amplia en la que puedan sentarse los dos hermanos/as, o bien, con zonas separadas con un biombo o estantería si contamos con un dormitorio de mayor tamaño. Si nuestros hijos comparten habitación, deberemos adecuar sus áreas de estudio a su edad y necesidades de concentración. Si tienen la misma edad o similar, podrán compartir el espacio. Si uno es bastante más pequeño que el otro, tendremos que separarlos para que no se molesten y crear para cada uno un rincón adaptado a su modo de trabajo.

- Buena iluminación: en ocasiones, la luz del día no es suficiente, por lo que, como hemos comentado en otros post, necesitaremos una fuente de iluminación principal procedente del techo, preferiblemente blanca (como sustitución de la iluminación natural) y un foco de apoyo, para iluminar el cuaderno, la pantalla de ordenador y los libros (flexos, tira de luz LED instalada en la estantería superior, etc.).

- Sillas adecuadas: teniendo en cuenta que van a pasarse varias horas sentados en ellas, deberemos escoger unas especialmente cómodas, que se adapten a tu tamaño y que le proporcionen una postura adecuada, que no le comporte con el tiempo lesiones. Por ello, lo ideal es optar con una silla de escritorio con ruedas, brazos ajustables y respaldo ergonómico para favorecer una postura correcta y cómoda durante el tiempo de estudio. Los materiales, a su vez, deben ser transpirables y resistentes.

- Aprovechamiento del espacio: normalmente, las habitaciones de nuestros pequeños no tienden a ser especialmente grandes y eso nos lleva a plantearnos una forma de aprovecharlo al máximo, para que tenga bastante espacio disponible y además, pueda tener todo ordenado. Los muebles básicos son la estantería, el escritorio y la silla, pero podemos darle forma añadiendo módulos multifuncionales. Por ejemplo, podemos optar por composiciones modulares que cuentan con cama, escritorio, cajonera y estantería; o una fórmula compuesta por librería modular de pared con altillo y mesa incrustada bajo el arco.

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