Empieza a hacer frío y poco a poco, vamos abrigándonos cada día más y sacando mantas para taparnos cuando estamos en casa. En otoño, preparamos nuestro hogar de cara a la bajada de temperaturas y lo "abrigamos", convirtiéndolo en un nido cómodo y cálido.
En este proceso tienen mucho que ver las alfombras. Si eres de los que todavía las retira y guarda cuando empieza el verano, hoy te vamos a dar unos cuantos motivos para que dejes de hacerlo:
1. Son un excelente aislante térmico, pues nos protegen tanto del calor como del frío.
2. Amortiguan los ruidos procedentes de la planta inferior.
3. Forman parte de la decoración de nuestro hogar, vistiendo nuestros suelos.
4. Nos podemos sentar sobre ellas cómodamente, evitando el contacto duro y frío del suelo.
5. Porque no hay nada mejor que andar o posar tus pies descalzos sobre una mullida y suave alfombra.