Tener un buen mueble botellero en casa es el sueño de todo amante del vino. Destinar un lugar, mueble o rincón de su hogar donde exponer, guardar y conservar en excelentes condiciones sus botellas, es primordial para sus adeptos. Es por ello, que a la hora de diseñar o montar una bodega en casa, deberemos de tener en cuenta algunos factores importantes.
En el mundo del vino, la forma en que se conserva el vino es el eje central. De esa manera, cuando visitamos una bodega o vinoteca lo más común es ver cuatro elementos repetidos hasta la saciedad: por supuesto, la botella, el corcho, el barril o barrica, y las cajas de madera. Últimamente, se le ha añadido el acero y el cristal transparente para modernizar su estética.
¿Pero cuál es el mejor lugar de la casa para montar nuestra bodega en casa o colocar nuestros muebles botelleros? Ya desde sus orígenes, el vino ha sido conservado y guardado en las estancias más frescas y secas de la casa. Es por ello, que la mayoría de las bodegas se encuentran en sótanos o en cuevas, pero como la mayoría de nosotros no disponemos de un espacio de ellos en nuestras casas, podemos seguir el truco de nuestras abuelas: todo lo que queramos conservar fresco, guardémoslo en la despensa bajo la escalera o en un lugar sin ventanas y sin incidencia directa del sol.
En el mundo del vino, la forma en que se conserva el vino es el eje central. De esa manera, cuando visitamos una bodega o vinoteca lo más común es ver cuatro elementos repetidos hasta la saciedad: por supuesto, la botella, el corcho, el barril o barrica, y las cajas de madera. Últimamente, se le ha añadido el acero y el cristal transparente para modernizar su estética.
¿Pero cuál es el mejor lugar de la casa para montar nuestra bodega en casa o colocar nuestros muebles botelleros? Ya desde sus orígenes, el vino ha sido conservado y guardado en las estancias más frescas y secas de la casa. Es por ello, que la mayoría de las bodegas se encuentran en sótanos o en cuevas, pero como la mayoría de nosotros no disponemos de un espacio de ellos en nuestras casas, podemos seguir el truco de nuestras abuelas: todo lo que queramos conservar fresco, guardémoslo en la despensa bajo la escalera o en un lugar sin ventanas y sin incidencia directa del sol.