Kelly Wearstler, diva del diseño maximalista de producto y de interiores

Kelly Wearstler - Diseño de interiores

Hacía tiempo que no hablábamos en este blog sobre un interiorista famoso y de sus proyectos. Hoy hemos querido volver a reabrir esta sección con una de nuestras diseñadoras favoritas: la audaz y exuberante Kelly Wearstler.

Sus interiores, muebles y accesorios decorativos podrían definirse como la traducción de un vestido de alta costura, unos zapatos de marca o un bolso de diseño exclusivo. De esa manera, podríamos decir que Kelly Wearstler diseña productos e interiores de alta costura.

Esta diseñadora californiana ha conseguido darle un giro al panorama del diseño estadounidense, aportándole una buena dosis de frescura, colores vibrantes y pasión a raudales. El audaz estilo de esta diseñadora y su adoración por la estética la han convertido en todo un referente.

Sus inconfundibles diseños de mobiliario, accesorios para el hogar y sobre todo, sus lujosos interiores se caracterizan por la mezcla constante de elementos: lo puramente masculino y sobrio, encuentra su equilibrio con lo femenino, suave y delicado; lo tradicional armoniza con lo contemporáneo, inspirándose en el elegante art déco.

Andrée Putman: la embajadora del estilo parisino y de los hoteles de diseño

Quizás a muchos de vosotros no os suene el nombre Andrée Putman, pero esta diseñadora de muebles e interiores, fallecida hace unos años, ha sido una de las grandes y más prestigiosas interioristas del mundo.

Considerada como la gran dama del diseño y embajadora del estilo parisino, Putman (1925 - 2013) es recordada como la máxima representante del glamour y del très chic, tanto ella, a nivel personal, como sus proyectos.

Aunque se la asocia inmediatamente con el diseño de interiores, Andrée Putman empezó su carrera en el mundo del diseño más bien tarde, ya entrados los 50, pero el estilo y la elegancia ya los traía de casa, pues gran parte de su vida la vivió entregada al periodismo de moda y al piano, talento heredado de su madre.

Trabajó en las revistas Femina y Elle e hizo contactos que le sirvieron para abrirse camino en el mundo de la moda, junto a diseñadores de la talla de Issey Miyake, Claude Montana o Thierry Mugler. Una vez separada de su marido, con 53 años se convertiría en ejemplo de estilo en Francia y en la diseñadora de muebles y de interiores más famosa del mundo en aquella época (en plenos años 70).