El 'capitoné' es, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: [Del francés, capitonné, participio de capitonner, acolchar, tapizar]
1. adj. Dicho especialmente de un asiento o de un respaldo: Acolchado de manera que el relleno sujeto con botones forma dibujos regulares en relieve.
2. m. Vehículo, generalmente con el interior acolchado, que se utiliza para transportar muebles.
De esa manera, vemos que el término 'capitoné' está íntimamente relacionado con los muebles, con paneles acolchados y con asientos tapizados. Partiendo de esa base, empezaremos a describir la técnica en cuestión.
Esta nomenclatura se aplicaba originalmente, al acolchado de los asientos de carruajes; tanto los destinados al transporte de personas (garantizándoles, un trayecto cómodo sobre un asiento mullido) como de muebles (en los que los interiores, parecían forrados por cojines que amortiguaban los golpes y evitaban cualquier tipo de rozadura).
Tal como se deduce de su descripción, no se trata de una forma de tapizar moderna. Su origen se remonta siglos atrás, hacia el siglo XVI. En aquella época, aquel que tenía en su poder una pieza tapizada en capitoné, se le reconocía como un miembro de clase social alta.
Siglos después, ya bien entrado el siglo XIX, se encontraba en los sofás, sillones y divanes de los más exclusivos clubs de caballeros de la aristocracia londinense.
2. m. Vehículo, generalmente con el interior acolchado, que se utiliza para transportar muebles.
De esa manera, vemos que el término 'capitoné' está íntimamente relacionado con los muebles, con paneles acolchados y con asientos tapizados. Partiendo de esa base, empezaremos a describir la técnica en cuestión.
Esta nomenclatura se aplicaba originalmente, al acolchado de los asientos de carruajes; tanto los destinados al transporte de personas (garantizándoles, un trayecto cómodo sobre un asiento mullido) como de muebles (en los que los interiores, parecían forrados por cojines que amortiguaban los golpes y evitaban cualquier tipo de rozadura).
Tal como se deduce de su descripción, no se trata de una forma de tapizar moderna. Su origen se remonta siglos atrás, hacia el siglo XVI. En aquella época, aquel que tenía en su poder una pieza tapizada en capitoné, se le reconocía como un miembro de clase social alta.
Siglos después, ya bien entrado el siglo XIX, se encontraba en los sofás, sillones y divanes de los más exclusivos clubs de caballeros de la aristocracia londinense.